(Esta nota fue publicada originalmente en inglés. Ha sido traducida por Revista Roast México.)
Las aguas residuales producto del procesamiento del café siguen siendo un contaminante persistente que afecta a comunidades enteras dedicadas al cultivo de café, vías fluviales y la salud del suelo. En el caso de pequeños beneficios a nivel de finca (como los que se encuentran a lo largo y ancho de Colombia y otros países productores de café en Latinoamérica) las aguas residuales del café a menudo van cargadas de materia orgánica, sus niveles de acidez son extremadamente altos y poseen una gran demanda de oxígeno bioquímico.
Sin embargo, las soluciones viables para la gestión sustentable de las aguas residuales permanecen, por cuestiones económicas, fuera del alcance de muchos productores que de por sí operan ya con márgenes muy estrechos.
Investigadores de la Universidad de Surrey en Reino Unido y de la Universidad de Antioquia en Colombia creen estar cerca de dar con una solución que no sólo trate las aguas residuales, sino que también convierta la energía recuperada durante el proceso en electricidad. Más importante aún, la solución es barata, pues consiste en utilizar una pequeña pila de combustible que contiene microbios que comúnmente se encuentran en las plantas de tratamiento de agua.
El proyecto de la pila de combustible microbiana recibió un estímulo de hasta 125,000 USD por ser uno de los cinco ganadores del premio Newton 2018, que es auspiciado por una fundación de Reino Unido cuyo objetivo es apoyar proyectos innovadores en materia de bienestar social en países en vías de desarrollo.
El Dr. Claudio Avignone-Rossa (Surrey) ha estado al frente del proyecto junto con la Dra. Lina Agudelo (Antioquia). El objetivo ahora es desarrollar más a fondo las pilas de combustible para extender su uso en una cooperativa de café cerca de Antioquia con la esperanza de que el proyecto obtenga éxito y escalabilidad como una solución económicamente viable para los productores de café.
Un comunicado de prensa de la Universidad de Surrey sugirió que esta solución asequible para el tratamiento de aguas residuales podía ser propuesta a grandes empresas consumidoras de café en mercados de consumo tradicionales para fomentar la sustentabilidad dentro de sus cadenas de suministro.
“Al utilizar las pilas de combustible microbiano para limpiar el agua de desecho y reutilizarla, los productores de café en Colombia podrían percibir un gran ahorro en su suministro de agua. Además de ofrecer una alternativa amigable con el medio ambiente para tratar las aguas residuales, el generar energía podría ayudar a incentivar el desarrollo social y económico de las comunidades agrícolas de Colombia —sostuvo el servicio de prensa de la Universidad— en caso de que la utilización de pilas de combustible en Colombia se exitosa, los investigadores esperan comprometerse con grandes empresas de café en Europa con el fin de adoptar el mismo enfoque para tratar sus aguas residuales”.
Los expertos en sustentabilidad del agua a menudo refieren a una figura común según la cual se requieren en promedio 140 litros de agua para producir una taza de café, aunque algunos expertos han sugerido la necesidad de corroborar dicha cifra.
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