Por Maga Magaña
Un barista es el profesional encargado de ofrecernos una gran experiencia al disfrutar de un gran café. Su labor no se resume en estar detrás de una barra preparando está bebida, sino que es más bien el guía y puente para adentrarnos en los granos.
El barista es también el embajador del café; aquél encargado de promover su consumo, de representar al productor en las ciudades. En sus manos está hacer que valoremos una taza: hablarnos del método de elaboración, de la variedad, del proceso y de todo el trabajo que hay detrás. El barista es un profesional del café.
El oficio de barismo es multifacético, es una disciplina que engloba conocimientos que van desde aspectos técnicos hasta el servicio al cliente. Un barista prepara café, lo sirve, conoce sus granos y cómo se comportan, los métodos de extracción, las nuevas tendencias, las máquinas, sabe de perfiles sensoriales, aprende cómo catar y cómo identificar defectos, así como encontrar cafés de calidad y sacar lo mejor de ellos. Por eso, un barista, como todo buen profesional nunca deja de aprender, de descubrirse y descubrir a otros que pueden enseñarle.
El término barista fue acuñado por primera vez en 1938 en Italia y curiosamente no aparece aún en el diccionario de la Real Academia Española. Esto refleja claramente la necesidad de continuar trabajando por impulsar tan importante labor en los países productores que, en gran parte, son de habla hispana. Sin embargo, aunque falta mucho por andar, en los últimos años se ha visto un crecimiento exponencial de la industria y de la profesionalización del sector en Latinoamérica.
Mara Magaña
Mara Magaña es licenciada en filosofía y traductora. Ama el café, escribir, y trabajar en nuevos proyectos.
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