Por: Thania Aguilar
Fotografías por: Juan José Sanchez
El crecimiento que ha tenido la cultura del café y su consumo a nivel mundial durante las últimas décadas es un fenómeno que no se puede poner en duda. Cada vez son más aquellos que no sólo adquieren una taza con la intención de espantar el sueño, sino que se preocupan por la calidad y el sabor que cada método, variedad y perfil de tostado pueda ofrecerles. Por eso, durante los primeros pasos de un potencial amante del café —ese consumidor novel que muestra una curiosidad desmedida por las infinitas posibilidades de sabor— lo mejor es contar con un buen mentor y guía. Alguien que acompañe al consumidor en el camino del café. Tal es la filosofía de El Gregario Coffee House, una barra guanajuatense creada en noviembre de 2017 por Javier Pérez Esqueda y su esposa.
Ubicado en una de las zonas con más oferta cultural en Guanajuato y asentado en una casa construida en la década de los 60, este joven negocio debe buena parte de su esencia a las dos grandes pasiones de uno de sus fundadores: el café y los triatlones. “Soy amante del café desde los doce años, mi papá me inculcó mucho el tema del café. También soy fanático del ciclismo, desde los quince años practico el triatlón”. En ciclismo, el término “gregario” designa a los participantes que ayudan al jefe de filas a conseguir la victoria, es quien acompaña al líder en todo tipo de tareas durante una competencia: desde proporcionarle alimentos y bebidas hasta bloquear la fuerza del viento para que no le afecte tanto: “Y aquí, en el café, hay muchos gregarios que acompañan a un líder”.
En una ciudad tan tradicional como Guanajuato, es un reto para cualquier barra llevar el concepto de café de especialidad a los clientes. Por eso es tan importante el acompañamiento que Javier y su equipo de baristas ofrecen: “Sí considero que estamos en un nivel muy inferior de conocimiento de los procesos y las calidades. Si hablas con un cliente y no conoce, lo vas a revolver. Tienes que llevarlo paso a paso: primero se gatea, luego se camina y después se anda en bicicleta”. Ellos mismos han caminado junto a grandes amigos y tostadores que los han asesorado desde el primer momento, así como de consumidores muy abiertos a las nuevas experiencias que El Gregario propone: “Tenemos una variedad grande de comensales y de gente a la que le gusta el café— comenta con entusiasmo—. Entre mejores barras de café haya en el país mejor se podrá ir educando el paladar”.
Una de las mayores satisfacciones que tiene Javier del sueño que comenzó en 2017 con El Gregario es ver a la gente contenta, no sólo a sus clientes sino también a sus baristas. Ver a la gente contenta con el café, con el servicio y con el lugar son los tres elementos que considera básicos para cualquier negocio. El Gregario también lo ha llevado a la aventura de conocer México a través de sus fincas: “Es la mejor forma de conocer lo que te estás tomando”.
Por eso, uno de sus principales consejos a los emprendedores que tengan pensado incursionar en el negocio es tener una visión muy clara de metas a mediano y largo plazo: “Realmente puedes empezar con algo pequeño y de ahí crecer. Hay excelentes baristas mexicanos que te pueden asesorar y también hay excelente café”. Si bien hay muchas opciones y una gran oferta de proveedores de máquinas y de instrumentos, lo más importante a sus ojos es tener un buen producto y un buen servicio.
Aunado a esta preocupación por el cliente y por el servicio, el apoyo a productores y tostadores mexicanos es uno de los pilares que sostienen su idea de negocio. De ahí que se puedan encontrar muchos tipos de café en este establecimiento. Desde los que les ofrece su principal proveedor, Garage Café Tostado, hasta los más nobles, resultado de sus viajes y exploraciones por distintos sitios en la ciudad y en el país, como los lavados de Huatusco. Javier no considera que estén casados con una marca —por su barra han pasado cafés como los de Alquimia o Pedro Gómez—, pero sí apuesta por un consumo cien por ciento local a un precio justo. En su opinión, invertir en la importación de producto es innecesario cuando en México se tiene más que suficiente para acceder a un café de alta calidad: desde los naturales de Guerrero hasta los orgánicos de Chiapas.
La escena del café en Guanajuato está cambiando y El Gregario Coffee House, con su variedad de tostadores mexicanos, su preocupación por el cliente y por la oferta mexicana, se encamina a ser uno de los actores principales.
Thania Aguilar: Thania Aguilar es egresada de la Facultad de Ciencias políticas de la UNAM, redactora y traductora. Ha colaborado en la corrección de distintos proyectos sobre café de especialidad. Actualmente trabaja para Editorial Planeta y de manera independiente. Esta historia apareció originalmente en Revista Roast en línea. Revista Roast México: revista técnica bimestral dedicada al éxito y crecimiento de la industria de cafés especiales, con un diseño y una editorial galardonadas con más de 20 premios.
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