La novedosa empresa comercializadora de café con sede en Berkeley, California, Red Fox Coffee Merchants firmó un contrato de arrendamiento en un edificio que se convertirá en laboratorio y oficinas en Oaxaca, México.
Las instalaciones se basan en un modelo que Red Fox ha ido refinando con su oficina en Lima, Perú y refleja el deseo de la compañía por descubrir y promover cafés de alta calidad y con una mayor trazabilidad de Oaxaca y de los campos al sur de México.
Aunque no está claro el efecto que el recién firmado Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá tendrá en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México, de haberlo, la inversión de Red Fox llega en un momento político notable, ya que el presidente estadounidense continúa lanzando sus habituales mensajes incendiarios a mexicoamericanos e inmigrantes y sigue intentando construir un muro entre ambas naciones.
“Siento que es casi nuestra responsabilidad mostrar a los productores y a las comunidades en México que hay una gran base de consumidores y pequeñas empresas en los Estados Unidos que quiere mantener relaciones comerciales saludables, que valoran y respetan a personas de diferentes culturas y que, además, tienen interés en hacer buenos negocios con nuestros vecinos y que éstos sean regenerativos, no extractivos —dijo recientemente Adam McClellan, jefe de abastecimiento y ventas de Red Fox en México, a Daily Coffee News (DCN)—. También creo que los consumidores responden realmente bien a México como origen único, y nuestros clientes tostadores han obtenido muy buenas ventas en los últimos años, principalmente, porque es tan familiar y reconocible como un nombre, [y] tiene un perfil de sabor súper accesible y dulce, pero también es probable que se deba a que hay una gran población de primera, segunda y tercera generación de mexicanos que viven y trabajan en los Estados Unidos”.
Con sede en el centro de la ciudad de Oaxaca, las instalaciones de Red Fox estarán en una casa rehabilitada e incluirán un laboratorio de catación, un área para recepción de muestras y otra de procesamiento y tostado, además de contar con oficinas, salas de reuniones y una terraza al aire libre en los pisos superiores. El equipo de Red Fox en Perú trabajó con unas 2,000 muestras de café en una instalación concebida de manera similar durante la última temporada de café.
“La proximidad física con regiones productoras significa que nuestro equipo puede salir al campo para visitar a los productores de forma constante y también nos permite seleccionar cafés de manera rápida y eficiente —dijo a DCN el director de Red Fox, Ali Newcomb—. Los productores y el personal de las cooperativas pueden participar con facilidad en las capacitaciones o unirse a nosotros cuando preparamos sus cafés de forma que comprendan mejor nuestro proceso de selección”.
El cofundador y director ejecutivo de Red Fox, Aleco Chigounis, dijo que si bien la “salsa secreta” de Red Fox es poner el café en las manos de los clientes tan rápido como sea posible, de vez en cuando utilizarán una licencia de exportación recién obtenida en México para proteger las relaciones existentes.
“Nuestras relaciones con las cooperativas y las asociaciones de productores son, por supuesto, un punto crítico; las cifras de exportación son valiosas para ellos —aclaró Chigounis—. No tenemos interés en invadir sus responsabilidades”.
En lo que la compañía tiene un gran interés por ahora es en el café de especialidad de Oaxaca y de México en general. Para ayudar a que este sector crezca dentro de sus propios intereses, los de sus socios en origen y de sus clientes en el extranjero, Red Fox planea facilitar financiamientos que alienten a los cafeticultores. Newcomb agregó: “En México, como en Perú, hemos trabajado con instituciones financieras y con nuestros socios locales para garantizar que, en la mayoría de los casos, los productores reciban un porcentaje por adelantado cuando entreguen su pergamino”.
Red Fox también planea ayudar a los productores de café en toda la región a avanzar en términos de calidad y diferenciación, con la finalidad de atraer al mercado de especialidad de alto precio.
McClellan señaló que los cafés de todo México, históricamente, se han mezclado desde su origen, el resultado son productos consistentes orientados al volumen, pero que no necesariamente tienen rangos dinámicos en la oferta.
“México, en especial Oaxaca, es donde comenzó el sistema de certificación de comercio justo (Fair Trade). Dentro de ese sistema, mezclar cafés de productores de altitudes muy distintas era y es una práctica estándar —dijo McClellan—, además, al abastecer sólida e históricamente de cafés para comercio justo y para comercio orgánico, éstos tendían a venderse como mezclas, por lo que no proporcionaban muchos incentivos para separar la calidad en origen. Una vez que se considera a los cafés de esta región como lotes separados de un amplio rango de altitud, el potencial de calidad se dispara”.
Esta nota fue publicada originalmente en inglés. Ha sido traducida por Revista Roast.
Nick Brown
Nick Brown es el editor de Daily Coffee News para Roast Magazine.
Comment