La mayoría del valor de cada dólar gastado en café – en ocasiones tanto como el 90%, de acuerdo al Barómetro de Café 2018 – se queda en países que son consumidores y no productores de café. Para poder cambiar esta desigualdad en un mercado del café de especialidad que se expande cada vez más, debemos desarrollar programas que empoderen a los productores con información, conexiones y habilidades de negocios que son necesarias para capturar una mayor porción del valor generado en sus fincas.
Trabajando de la mano de socios como ANACAFE en Guatemala y el IWCA en El Salvador, la iniciativa sin fines de lucro Grounds for Empowerment (GFE) organizó talleres de herramientas de negocios en 2018, 2019, y principios de 2020. GFE es auspiciada por el centro Social Enterprise @Goizueta de la Universidad de Emory y además es parte de la iniciativa de la Guía de Transacciones de Cafés Especiales.
Estos talleres presenciales de GFE, que son posibles con al apoyo a estudiantes de universidades entrenados y mentores experimentados de la industria, se enfocan en temas de relevancia como storytelling, registros financieros y planeación de negocios. Estos talleres reunían a todos los participantes en una misma habitación para compartir sus experiencias y discutir maneras en las que las productoras puedan tener más control sobre sus operaciones, lo que les permite ganar mas tracción en los mercados más premium.
Luego vino la pandemia.
Aunque la demanda de talleres de GFE siempre se mantuvo alta, el COVID-19 creó retos que requirieron cambios muy significativos este año pasado.
Lo que no cambiaron fueron los principios base de los talleres: las productoras de café de especialidad deben poder moldear y controlar su propia narrativa cuando comercializan sus cafés, mientras que también tengan en cuenta una narrativa que interese a los compradores; ellas deben de tener habilidades para poder llevar los datos financieros para poder lograr metas específicas de ingresos; ellas deben poder ser dueñas de su lado de la transacción, incluyendo familiarizarse con los precios pagados por cafés similares a los que producen.
Dicho todo esto, limitaciones en viajes a nivel internacional y local forzaron al equipo de GFE a pensar una nueva manera de poder entregar el modelo de los talleres. El 4 de diciembre de 2020, cerró el primer taller 100% virtual llamado “Taller de Herramientas de Negocios” con 16 mujeres productoras de café de especialidad y ahora podemos reflexionar en lo que aprendimos.
Ofrecemos este beneficio para cualquiera que busque forjar y mantener relaciones más profundas para apoyar un sector cafetalero más resistente y sostenible a través de reuniones virtuales durante la pandemia y el futuro.
GFE se vuelve virtual
Claramente no era factible mantener tres días consecutivos e intensivos de programación virtual. El Agotamiento por estar frente a pantallas es real, especialmente para personas acostumbradas a trabajar en exteriores. Además, las obligaciones en el hogar para muchas mujeres en el sector del café se intensificaron a medida que las familias pasan en casa debido a las cuarentenas. Es por ello por lo que el Taller de GFE cambió de tres días consecutivos presenciales a cinco mañanas de viernes.
Para asegurarse que los participantes estuviesen listos para cada sesión, cada semana se enviaron con anticipación videos con mensajes de bienvenida y materiales de aprendizaje y ya que no se pudo hacer una catación presencial, hicimos una con Q Graders certificadas que son parte de la red de mentores de GFE y que fue transmitida en vivo. Las productoras hicieron preguntas acerca del proceso de catación mientras que aprendían de los nuevos protocolos puestos por la Specialty Coffee Association (SCA). Cada productora también recibió un reporte personalizado de la catación de su propio café así como su perfil.
Las preocupaciones iniciales terminaron no siendo grandes problemas
A lo largo del verano, la accesibilidad y la interacción fueron nuestras mayores preocupaciones. Los programas de GFE buscan construir cohortes diversas de productoras de diferentes regiones y de distintos tamaños de fincas. Esto asegura que las participantes se beneficien de las oportunidades de relacionarse con profesionales de la industria y la una con la otra.
Al final, el programa virtual hizo posible un acceso de mayor alcance a productoras participantes. Benefició a aquellas que no hubiesen podido viajar a una locación más céntrica y a mujeres sin un fácil acceso a guarderías para sus hijos e hijas.
Debido a que una red de contactos es una parte clave de la experiencia GFE, también estábamos preocupados de facilitar interacciones con significado. Se incorporaron horas para socializar no estructuradas en el programa, las cuales proporcionaron oportunidades de conectar más relajadamente y de construir una comunidad. También se monitoreó y se prestó mucha atención a la química. Cuando las conversaciones se tornaban muy lentas o cuando la energía bajaba, los estudiantes y los mentores estaban listo para entrar a la conversación y hacer que los temas siguieran de nuevo.
Influencias Positivas
Además de proveer mejor acceso a las productoras, el modelo de programa virtual permitió acceder una mayor cantidad de mentores con un rango de perspectivas más amplio.
“Yo aprecié mucho la oportunidad de trabajar con un grupo tan diverso de mentores” dijo Gabriela Flores, Q Grader certificada y mentora de GFE de El Salvador. “Nosotras trabajamos con un equipo de mentores de El Salvador, Honduras, Guatemala, Reino Unidos y Estados Unidos”.
El modelo virtual también nos permitió trabajar con estudiantes de universidades en diferentes países. Se les pidió a los equipos de estudiantes que proporcionaran un soporte crítico a las participantes mientras ellas trabajaban en sus historias, en su registro financiero y en hacer sus planes a futuro. Además de trabajar con estudiantes de la Universidad de Emory, pudimos reclutar estudiantes de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN) en El Salvador.
“A medida que trabajamos para garantizar que los estudiantes de la escuela superior de negocios entiendan los retos que las productoras de café de especialidad enfrentan, también es muy agradable observar las relaciones que se forman entre los estudiantes de la Universidad de Emory y la ESEN” dijo el Director Académico de GFE, Peter Roberts. “A medida que estas conexiones se multipliquen, productoras pequeñas de cafés de especialidad tendrán una red de contactos más grande, mejor informada y más diversa.
La plataforma virtual también le facilitó a las alumnas de talleres pasados tener interacciones internacionalmente. Una semana después del cierre del primer taller virtual de GFE, nuestro equipó organizó la primera reunión a través de Zoom de exalumnas graduadas del taller tanto para el de El Salvador como el de Guatemala. Después de las introducciones iniciales, comenzamos a planear una serie de encuentros trimestrales de alumnas graduadas del programa para discutir diversos temas. Estas reuniones expandirán el conocimiento y su red de contactos, permitiéndole así a las productoras compartir experiencias, ideas y conexiones en mercados a lo largo de diversos países productores.
Por ultimo y de igual importancia, el programa virtual tiene una ventaja importante en su relación costo-beneficio debido a que los viajes, alojamiento y gastos de comida del equipo de GFE y mentores ya no son necesarios.
Viendo hacia el futuro
Nuestro equipo entró al verano de 2020 preocupado por la programación futura. Ahora, estamos entusiasmados por los retos venideros. Un programa virtual fuerte es económico y puede ser escalable para beneficiar más a pequeñas productoras de café de especialidad.
Habiendo saltado a una plataforma virtual por primera vez, hemos identificado algunas oportunidades para desarrollarlo aún más con nuestros socios sobre el terreno.
Debemos seguir mejorando. La primera ronda de contenido fue buena, pero debe mejorar. Estamos entusiasmados por aprovechar una red de estudiantes (virtual) en crecimiento para ayudar a generar más conocimientos de investigación que se incorporen a los talleres de GFE y materiales de video mejorados para respaldar las diversas sesiones.
También debemos adoptar la construcción de relaciones virtuales. El valor total de la experiencia GFE se hará realidad a medida que el equipo desarrolle nuestros talleres virtuales hasta llegar a ser en una plataforma virtual viable y confiable. Esto significa invertir en el sitio web del programa y las redes sociales, e invertir en foros virtuales de construcción de relaciones que conecten a los productores con compradores potenciales.
Estamos orgullosos de que, a pesar de los muchos desafíos globales, pudimos avanzar con esta programación virtual que desarrolla importantes habilidades comerciales y comparte información con mujeres productoras de café de especialidad. También estamos emocionados de que 2021 haya tenido un buen comienzo, ya que ya están llegando muchas solicitudes para nuestro próximo taller en Guatemala.
Giselle Barrera Carias and Chad Trewick
Giselle Barrera Carias is the Program Manager for Grounds for Empowerment (GFE). She lives in El Salvador and also leads the Latin America programs for Social Enterprise @ Goizueta. Chad Trewick has worked for more than 25 years in specialty coffee and now leads Reciprocafé LLC, a consultancy prioritizing mutual benefit throughout the coffee industry.
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